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martes, 31 de enero de 2012

Capitulo 21

-Verás Abby, he hecho una cosa my mala, no sé que hacer…
-¿Qué pasa Dani?¿Qué has hecho? Me estás asustando- Dije nerviosa.
-Abby, estoy…ya sabes.-Se mordió el labio y se llevó una mano a su vientre, mientras, una lágrima caía de su ojo y se resbalaba por su mejilla.

No sabía qué hacer, era Dani. Mi mejor amiga, la conocía desde que éramos pequeñas y estaba embarazada. Había una vida en su interior, era la niña que había dentro, se había escondido porque había llegado otro ser más pequeño aún. ¿Cómo podía haberlo permitido? Estas cosas en estos tiempos no deberían de pasar a no ser que fuese queriéndolo, en ese caso no entendía como una joven como Dani, podía querer tenerlo ahora. Pensé que era una adolescente con cabeza que no se dejaba llevar por los calentones.

-Lo siento mucho Abby, estaba muy preocupada y no creía que nadie lo fuese a entender.
-¿Qué piensas hacer?
-No tengo ni idea, estoy aterrorizada.

La abracé, no tenía fuerzas para nada más, no podía regañarla, lo estaba pasando mal y necesitaba comprensión. Oía como su respiración se entrecortaba, su voz se había convertido en jadeos y las lágrimas resbalaban hasta llegar a mi hombro.

-Escúchame, te voy a apoyar en cualquier cosa, sea lo que sea lo que decidas hacer.

Me abrazó con más fuerza, había temor y miedo en sus brazos, su cuerpo temblaba, como el de una niña pequeña que se pierde en un centro comercial, pero en el fondo es lo que era, una niña.

-Abby, me ha dejado, ha dejado de hablarme…-me dijo con la voz entrecortada.
-¿Qué?¿Estas diciéndolo enserio?
-Sí.-Gimoteaba y lloraba cuando hablaba.

Me enfadé como nunca lo había hecho, era, como si me lo hubiesen hecho a mí. Llegó la hora del recreo, miré por todos los lados y rincones del patio. Mis ojos se detuvieron en una chaqueta de cuero negra y unas botas a juego, un cigarrillo en una mano, subí mi mirada hacia el rostro, allí estaba, con su media sonrisa y sus ojos fijos en mí. Estaba demasiado furiosa para concentrarme en él. Busqué y le encontré, iba caminando al lado de otra chica, que por supuesto, no era Dani.

-¿De qué vas? ¿Quién te crees que eres? Dejas a mi amiga embarazada y ¿te piras con otra tía?

Le empujé con todas mis fuerzas, le odiaba como nunca había odiado a nadie. Le pegué. Le di una bofetada, sentí como me empujaba y yo le gritaba aún más fuerte si cabía. Nos enzarzamos, no veía nada, solamente a él. Noté como un brazo me cogía, atrapaba mi cuerpo justo cuando él levantó la mano para atizarme un puñetazo. Me separó de la pelea, su puñetazo fue un lanzamiento fallido. Empecé a mirar a mi alrededor, solo vi una sombra negra, empecé a distinguir las cosas que me rodeaban y visualicé una cazadora negra de cuero, en ese momento sonreí.

-¿No te ha dicho tu madre que a las señoritas no se las pega?
-Yo no veo ninguna por aquí.

Kyle lanzó un puñetazo en la mandíbula de su rival, parecía que tuviese experiencia haciendo eso.

-Será mejor que aprendas a tratar mejor a las mujeres.

Me ofreció su mano, la cogí. Me pasó su mano por la cintura pegándome a él.

-De nada ¿eh?- Me dijo con una sonrisa, acercándose peligrosamente a mi boca.
-No hubiese necesitado tu ayuda, me las podría haber apañado sola.-Le dije intentando separarme de él.
-Por supuesto, como no.-Sonrió con sarcasmo.- Pequeña, si no te hubiese apartado, tu culo estaría en el suelo y tu carita destrozada.- Se apartó.- Por cierto deberías mirarte lo de esa herida.- Me sonrió y se fue hacia el edificio del instituto.

Me toque la cara, la zona de alrededor del ojo, tenía sangre. Me mareé, no soportaba ver mi propia sangre, nunca lo había hecho, me desmayé y caí en medio del patio.

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