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miércoles, 13 de abril de 2011

Capitulo 12

Capitulo 12

Estábamos cogidos de la mano, aunque yo ya me sabía la casa de memoria. La madre de Dani y Matt, Melisa salió secándose las manos con un paño de la cocina y una sonrisa que me recordaba a sus hijos a recibirnos. Se acercó a nosotros casi corriendo y nos abrazó. Sentí que una lágrima le caía del ojo.

-Melisa, ¿por qué lloras?-Noté como se separó un poco de nosotros.
-Porque hacía tanto tiempo que no os veía así de juntos.-Dijo entre pequeños llantos y gimoteos.
-Ay mamá no seas tonta.-Se apartó un poco más de su madre pero su mano seguía sujetando la mía con firmeza.
-Lo siento hijo. Abby cariño, ¿te quedas a cenar?

Matt, respondió enseguida sin dejarme contestar a Melisa.

-Sí, Abby se queda a cenar y a dormir. ¿Puede?
-Por supuesto, Abby es de la familia casi, deberíamos ponerla un cuarto.-Dijo Melisa bromeando.

Con Melisa sonriendo, subimos las escaleras, suponía que anhelaba hablar más con su hijo, ya que casi no lo había hecho o todavía, hasta ahora no había hablado con él. Matt iba delante y abrió la puerta de su cuarto por un momento me soltó la mano pero no entró. Esbozó una sonrisa que hacía que mis rodillas temblasen.

-Signorina.

Se inclinó y como si de una princesa se tratase me ofreció entrar en su cuarto. El acento italiano, hizo que la piel de la espalda se me erizase. No podía evitarlo, los italianos me volvían loca. Eran de los mejores amantes que había tenido. El cuarto de Matt seguía igual. No había cambiado para nada. Estaba tal y como la dejó
. La habitación de Matt era muy luminosa por lo menos respecto la de su hermana. Todo en madera color haya, mezclado con azules y verdes marinos. Se notaba que la habitación era todavía algo infantil, adornada con un poster de Pokemon aunque a su alrededor había un par de futbolistas, unos cuantos de revistas de mujeres y alguno de grupos musicales como “The Rolling Stones” “The Beatles” “AC/DC” “Metallica”. Eran varios grupos de pop-rock que le encantaban y él me traspasó ese gusto musical.
Desde luego él desentonaba con la habitación, al menos su yo actual, pero pensar que podíamos hacerlo en esa habitación de niño me ponía a mil.
Desde la cama podía ver la alfombra azul y suave. Observé el techo, de donde colgaba una lámpara de papel redonda y blanca. Las estanterías estaban llenas de cómics y libros... Sonreí. Me venían tantos recuerdos a la cabeza.

Me senté en su cama y él a mi lado. Me miró sonriendo, se acercó a mí lentamente para intentar besarme. Le puse mi dedo en sus labios y le miré a esos ojos grises desafiantes.

-¿Te crees que lo nuestro va a ser sólo carnal?- Le dije mordiéndome el labio.
-¿Te crees que esto iba a ser algo más?
-Bueno, yo siempre puedo tomar la decisión ¿no?
-Por tu experiencia deberías saber que no.
-Vete a tomar por culo Matt.-Le pegué una bofetada.

Salí hacia el cuarto de Danielle, las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos como si fuesen una fuente. Dani estaba en su cama con los cascos puestos y me abalancé sobre ella. Noté como su corazón palpitaba fuertemente y lo comprendía, la tenía que haber dado un susto de muerte.

-Dani, todos son iguales.-Dije entre sollozos, no podía casi hablar.
-Relájate, ¿qué ha pasado? ¿Te ha hecho algo Matt?
-Tía iba a besarme le he parado y le he preguntado que si se pensaba que lo nuestro era solo carnal, y ha llegado un punto en el que ha dicho que no puedo tomar la decisión que lo tendría que saber por la experiencia.- Las palabras salieron a toda velocidad de mi boca, casi escupidas pero entrecortadas por la falta de aire.- Le he pegado una bofetada.
-Bien hecho Abby.- Me abrazó más fuerte.

No sabía qué hacer, esto me superaba por momentos, después de la horrible pesadilla que Matt me dijese eso, después de sincerarme con él y contarle todo lo que me había pasado. Tenía ganas de que terminase el día, quería estar en mi cuarto arreglándome y pasármelo bien con Christian. No me apetecía bajar a cenar y verle la cara, asique Dani, bajó y subió la comida pese a las objeciones de su madre, pero sabía que si lo necesitaba se enfrentaría con ella. Comimos patatas fritas con varias salsas, era uno de nuestros platos favoritos, Dani lo bajó y decidimos poner una película en el ordenador. Tumbadas en la cama, caí rendida sobre el hombro de Dani. Estaba cansada de tanto llorar, apenas visualicé quince minutos escasos de la película. Cuando abrí los ojos ya era de día y estaba tapada con el edredón por encima de los hombros. La desperté y la dije que me iba a ir ya, que tenía que ir a casa a prepararme que había quedado con Christian, aunque fuese por la mañana tampoco quería estar bajo el mismo techo con Matt. Me vestí y me despedí de Dani. Bajé las escaleras rápidamente sin hacer ruido, cerré la puerta y dejé que el sol me diese en la cara. No sabía qué cara tenía. De repente escuché un carraspeo de garganta, abrí los ojos y me encontré a Matt en pijama, un pantalón de chándal negro y una camiseta gris ajustada.

-Matt déjame ¿vale? Te has pasado muchísimo, no me vuelvas a hablar nunca más.
-Joder, lo siento lo dije sin pensar, lo siento, lo siento.-Sus ojos transmitían que estaba arrepentido pero yo ya sabía que era una, y no más.
-No Matt. Esto se ha acabado, fuese lo que fuese.

1 comentario:

  1. eyyyy me encanto.... pero no me puedes djar asi asta la proxima semana, no lo soportaria :P asi q te suplicooooooooo sube prontoooooo :)

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