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miércoles, 6 de abril de 2011

Capitulo 11

Me levanté poco a poco, sentándome en el suelo mirándole como los músculos de sus gemelos se tensaban ya que estaba en cuclillas. Le sonreí, y le puse un casco.

-With me de Sum-41 ¿no?-Me dijo sonriendo.
-Exacto, ¿te gusta? – le pregunté mirándole
-Si la verdad, hay una que te dedicaría pero claro, las cosas no son gratis.-Me miró, tenía una media sonrisa que me encantaba.
-¿Cuál es el precio?-Me acerqué un poco más, aunque sabía que corríamos un riesgo al ser profesor y alumna, pero eso me gustaba más.
-Mmm…déjame pensar…¿Qué te parece…que te vengas conmigo mañana a cenar al pueblo de al lado?
-Me parece un poco caro, para una canción, aunque no me puedo quejar de la compañía.-Le sonreí.- ¿A qué hora?
-Paso a buscarte a las 8
-Que va, paso yo a por ti con la moto y tú guías.
-Perfecto, entonces a las 8, pero tendrás más cuidado que la ultima vez ¿no?
-Yo siempre tengo cuidado.-Le sonreí.

Me dio un beso en la frente y se alejó, como supuse que había venido, corriendo. Volví a tumbarme y extendí mis brazos en cruz, a fin de que el sol estuviese bañando completamente mi piel. Pensaba quedarme ahí, toda la tarde y disfrutar de mi libertad, del sol que no había tenido en el hospital.
Recordé como en este parque, al lado de un lago, había almendros floreciendo. El paisaje verde, azul, blanco y rosa, era precioso. Pero más precioso era el recuerdo de haber estado allí con Matt. Abrazados, mirando hacia el lago, a la puesta de sol. Su pulgar recorría el dorso de mi mano, yo estaba entre sus piernas y sus brazos que me abrazaban. Recuerdo que me daba pequeños y tímidos besos en la mejilla o en la mano. En esa época, recuerdo que un beso con lengua, era a lo máximo que podía llegar, entonces, era muy niña.
Me encantaba estar, así entre los brazos de Matt, tenía una flor de almendro en el pelo que me había regalado, encima de la oreja. Creía que difícilmente podría superar aquella felicidad. Pero sí, la superé. No fue como yo esperaba pero no estaba mal hacerlo en el hospital. En ese momento sentí que nuestros cuerpos se fundían y estallaban a la vez.
Cuando me quise dar cuenta, mi cuerpo se había enfriado y es que, el sol ya se había ido y yo tenía que volver a casa. Me puse de pie sin quitarme los cascos y empecé a caminar. Rumbo a mi casa, veía como la última pizca de sol, desaparecía del paisaje y la noche era terriblemente oscura. No había nadie en la calle, todo estaba en silencio, miré el reloj y apenas eran las 8 de la noche, empecé a agilizar mi paso. Iba casi corriendo, paranoica por si me seguía alguien. No quería repetir la historia otra vez. Miraba hacia todos los lados, y veía sombras que me acosaban, cuando intentaba fijarme en ellas desaparecían y corrían a mis lados. Los pulmones me comenzaban a fallar, me costaba respirar, pero tenía que aguantar, mi casa estaba apenas veinte metros. Corrí todo lo que pude y al llegar a la cerradura, intenté meter la llave, pero mis manos temblorosas no lo conseguían. Cuando por fin, pude meter la llave y dar las vueltas correspondientes, al abrir la puerta me desmayé, todas las sombras me envolvieron. Desperté sobresaltada con lágrimas en los ojos, miré la hora y todavía eran las siete de la tarde y hacía sol. A mi lado estaba Matt, no sé cómo llegó hasta aquí, pero me abrazó corriendo.

-Tranquila Abby, todo ha sido una pesadilla.

Me rodeó con sus brazos, pero no eran los mismos, ahora estaban más musculados. Apoyé mi cabeza en su hombro y noté como ésta absorbía mis lágrimas derramadas.

-Matt-Dije con voz temblorosa y entrecortada.-Ha sido como ese día.
-¿Qué día Abby? Cuéntamelo todo, estoy aquí contigo. Nada malo te va a pasar.
-Es muy largo, cuando tú no estabas, cuando tú te fuiste de aquí, a los pocos días, me pasó algo terrible.- Notaba la presión delicada que ejercía sobre mi espalda para tranquilizarme.- Me violaron.
-Abby, ¿me lo estás diciendo enserio? ¿Sabes quién fue? Te juro que si lo cojo lo mato.
-No tengo ni idea, solo sé que era un hombre gordo y de mediana edad. Fue terrible, y sólo tuve el valor de contárselo a Dani.
-Dios, es terrible, lo siento mucho pequeña, debiste contármelo.
-Tú no estabas. Nos abandonaste.
-No lo hice porque quisiese, tenía que huir de esta ciudad. Pero eso no importa ahora, lo que importa es que tú estés bien, ¿vale?

Me dio un suave beso en los labios, a él no le importaba que nos viesen en público, pero él no tenía que perder un trabajo por hacerlo. Me abrazó y me sugirió acompañarme a mi casa.

-Matt, no me hagas ir a mi casa, después de lo que he soñado no, por favor.
-Hagamos una cosa, vienes a la mía, cenas con nosotros, llamas a tu madre, y duermes conmigo.
-¿Y Dani? ¿No dirá nada?
-Pequeña, mis padres ya no son tan ingenuos, y sabrán que estamos más o menos juntos y Dani igual.
-¿Qué estamos más o menos juntos? No creo que vuelva a estar con nadie, después de eso.
-El tiempo verá-Me sonrió y me tendió la mano.

Llegamos a su casa, estaba como siempre, tampoco hacía tanto que no iba. Abrió la puerta y gritó.

-Ya estamos en casa.

1 comentario:

  1. oooooooohhh quiero capi yaaaaaaa :) esq matt me encantaa Team Matt :D
    y no entendi si lo del profesor era real o entraba en el sueno :S pero igualmente me superencantoo :) espero q no tardessssss, suerte
    y ya mismo publico en mi blogg esq e estado demasiado liada pero tengo el capi casi completo ya :) espero q te pases

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