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sábado, 26 de febrero de 2011

Capitulo 2

Me desperté. Abrí los ojos lentamente pero no me moví. No quería salir de la cama, estaba cansada y lo último que me apetecía era ir otra vez al instituto, simplemente no tenía ganas. Ir al mismo centro, donde sólo mis verdaderos amigos sabían el por qué de mi comportamiento. Nadie más estaba al tanto de mi situación. Supongo que todavía pensaban que era virgen…bueno todos no. No sabía si abandonar a mis amigos por la excesiva protección que me daban. Era demasiada, sí, pero me querían y supongo que eso era lo importante. Pero no podían entender que a veces me apeteciese estar sola y hacer lo que quería hacer: obtener placer. Muchas veces era lo único que me apetecía.
Decidí levantarme ya, por mucho que me costase, tenía que ir al instituto. Me duché y me vestí. Colgué unos pendientes largos y verdes en mis orejas que resaltaban con mi larga melena negra y rizada y hacía juego con mis ojos verdes. Me gustaba como me quedaba este color, así que me puse una camiseta con un poco de escote cogida con un cinturón negro debajo del pecho con unos pantalones negros y pitillo. Después me puse unas converse verdes. De abrigo, llevaba solamente una chaqueta de punto negro y la cazadora de la moto. Cogí mi mochila, las llaves de casa y de la moto y mi móvil. Bajando por el ascensor me puse mi casco rosa de chupa-chups, arranqué la moto y fui a por Danielle, mi mejor amiga.
Danielle era alta, con el pelo corto y castaño. Llevaba unas mechas azules repartidas por todo el pelo, con ojos de un azul oscuro que combinaban a la perfección con las mechas. No teníamos muchas cosas en común, ella era gótica a pesar de que me gustase el negro no podía llevar la ropa que llevaba ella. De todas formas, ella era mi mejor amiga y sabía con todo detalle cómo me sentía. Se puso su casco negro y fuimos hacia el instituto. A veces sentía que no me hacía falta hablar con ella para decirla como me sentía, sabía que ella me entendía con sólo una mirada.
Me saludó cabeceando como sólo ella sabía, arqueando sus cejas, Danielle era de lo mas gracioso que te podías encontrar. Se puso su casco negro y se subió a la parte trasera de la moto agarrándose a mi cintura.
Llegamos al instituto me arreglé un poco el pelo, que a causa del viento se me había enredado un poco. Danielle, me piro y me dijo:


-¿Qué tal anoche?-Con una sonrisa de las suyas, en las que se entreveía lo que decía.
-Bien, mucha fiesta y estoy que no puedo con mi alma.
-Ay, ay, ay Abby, esto no puede ser. Hay que salir de vez en cuando pero, ¡no todos los días! Tienes que tener cuidado ¿eh?
-Si máma.
-Abby sabes muy bien lo que te pasó.

- Y tu sabes por lo que hago esto ¿no?. Quiero vengarme, no, mejor dicho, quiero ser yo la que disfrute ahora.
-Tu sabrás lo que haces Abby.



Entramos a clase, dejé la mochila en la mesa y fui a salir. Tropecé con un torso muy marcado en un jersey azul eléctrico. Levanté la mirada hasta cruzarme con unos ojos verdes con unas delicadas lineas azules como el jersey que hicieron que el vello de mis brazos se me erizase.
Se dirigió a la mesa del profesor, entonces supe que todo el curso sería un suplicio en la clase de lengua y literatura. 




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