Seguidores

martes, 15 de marzo de 2011

Capitulo 8


Estaba temblando, no sabía por qué razón estaba él aquí. Aunque realmente no conocía dónde era “aquí”.

-¿Dónde estoy?- Pregunté intentando levantarme.

Sentí una mano en mi hombro, su mano. Me empujó con suavidad hacia la cama. Sentía que eso era una cama pero no sabía cómo había llegado hasta ahí ni donde estaba.

-Abby, estás en el hospital, lo siento.
-¿En el hospital?- Pregunté agobiada- ¿Qué me ha pasado y por qué lo sientes?
-Tranquila, has estado en coma durante una semana. Ahora, llamaré a los médicos para avisar de que te has despertado.
-Espera, ¿cómo me he hecho esto Matt?- Le pregunté
-Iba conduciendo hacia mi casa, pensé que ya era hora de volver y choqué contigo, no sabía que eras tú, hasta que vi tus ojos detrás de la visera del casco.
-¿Qué? ¿A tu casa?
-Abby- Me dijo sonriéndome- te cuento que has estado en coma durante una semana ¿y lo único que te importa es que vuelvo a mi casa?

Las lágrimas emergieron de mis ojos, no podía creer que Matt, mi Matt volviese a su casa. Después de todo lo que había pasado Danielle. Después de todo lo que le hizo pasar a su propia hermana. Ella no iba a creérselo que después de todo él hubiese vuelto. Supongo que ya se habrían visto si yo llevaba aquí una semana y él hubiese venido todos los días. Acercó su mano hacia a mi cara y me quito las lágrimas con el pulgar.

-Será mejor que llame a los médicos y descanses. Ya nos veremos ¿vale? Te quiero pequeña.

Avisó a los médicos que vinieron corriendo y detrás estaban Danielle y mi madre.

Me hicieron un montón de preguntas y estaba agobiándome con tantas pruebas, quería estar a solas con Danielle y hablar sobre Matt. Sobre todo lo que nos pasó cuando él se fue.

Quería saber las razones por las que él había vuelto de donde estuviese cuando se largó con solamente dieciséis años, cuando aún era Matt. Un chico todavía no muy desarrollado comparándolo como estaba ahora. Le había visto poco pero lo que vi, era un hombre alto, con espaldas anchas y los músculos de los brazos tensados al apoyarse en la barra de mi cama. El pelo un poco ondulado y un poco largo rubio con delgadas trazas castañas. Una nariz entrañable, que tanto me gustaba y debajo de ella esa sonrisa con los dientes en perfecta alineación. Y lo que me volvía loca un pequeño lunar encima de la comisura izquierda de la boca. Era el chico perfecto con el que seguramente estaría ahora si no me hubiese pasado lo que me pasó. Justo cuando él no estaba. No volvió yo solo tenía quince años cuando él se fue. Nos llevábamos un año y tres meses de edad, él era más mayor. Eché en falta todos sus abrazos en los momentos malos. Pero lo que pasó no lo puede cambiar nadie. 

2 comentarios:

  1. me encanta tu istoria :) espero q publiqes pronto quiero saber quiene es ese matt y q paso cn el :D
    aa y tienes premio en mi blog :)

    ResponderEliminar
  2. Muchisimas gracias de verdad, pronto subiré uno. He estado fuera esta semana y por eso no he podido. Gracias por el premio :D

    ResponderEliminar